sábado, 17 de marzo de 2012

75 ANIVERSARIO DE RADIO NACIONAL DE ESPAÑA (RNE)


Ayer por la mañana estuvimos buscando mis compañeros y yo, para qué sirve el sello y lo increíble es que tardamos dos horas. Yo no me lo creía porque pensaba que habíamos tardado mucho menos.
Luego acabamos nuestra parte con el cartel y le dejaremos que acabe Maitane porque habíamos quedado así.
Por la tarde, como RNE cumple 75 años y han venido a Pamplona, cuando iba con mi padre al stand que han puesto en Anttoniuti, de repente nos llamó mi madre para que vayamos donde estaba ella porque, el coche suyo sonaba raro y estaba un poco agobiada.  El coche funcionaba perfectamente y no se había encendido ninguna luz que avisa de averías. Mi madre se asusta cuando piensa que se le va a parar el coche en cualquier sitio y le da  vergüenza que la gente le mire. Ahora se asusta cuando se enciende la luz que avisa que queda poca gasolina y grita ¡¡Otra vez, noooo!! o ¡¡Todavía noo, por favor!! A mí no me agobiaba el ruido, sino que no me gustaba cómo sonaba porque parecía que el motor se iba a bloquear. Mi padre estaba súper tranquilo porque pensaba que era una tontería.
Al final el coche no lo llevamos a arreglar porque eran las 19:30 h y estaban cerrados los talleres. Entonces se le ocurrió a mi madre ir hasta casa mientras mi padre y yo ibamos a ver la exposición de RNE. Me dio pena que mamá no quisiera venir con nosotros porque se perdería también la merienda cena.
Al llegar allí, pensábamos que veríamos a alguien conocido o los estudios pero no. Era unas maquinas con unas pantallas y que explicaban como funcionaba RNE y unos altavoces, un micrófono y otros aparatos antiguos. Me impresionó el micrófono porque no me imaginaba que en esa época se usasen grandes y sin esponja, ni con la marca del medio de comunicación. También me dejó sorprendido como era el tocadiscos y para grabar las cintas, etc
Las pantallas estaban bien pero fue una pena que los auriculares sonasen un tono justito y no más alto porque hubiese seguido viendolas.
Después él y yo nos marchamos a tomar unos fritos. A mi padre y a mí nos apetecía comer eso porque no solemos comer mucho y la mayoría de las veces lo solemos hacer en verano. A nosotros dos nos supo a gloria porque estaban riquísimos.