domingo, 31 de julio de 2016

OTRAS VACACIONES EN PORTUGAL

Este año hemos vuelto a ir a Lagos y estuvimos tan a gusto que nos gustaría en un futuro vivir allí. Además, en la lista de canciones para el viaje hubo más variedad y no pudieron faltar algunas de alabanza al Señor.

Fuimos el novio de mi hermana Ana, que se llama Daniel pero para los amigos Dani, mi hermana Ana, Eduardo, Álvaro, mis padres y yo en la furgoneta. Mi hermana Natalia iba a ir con su marido David pero un poco más tarde y el que no pudo y que hubiese estado bien que nos acompañase mi hermano Juan Pablo que no pudo por exámenes L.



Un día, en la playa al lado de nuestra casa nos montamos en un pedalo y yo no quise tirarme por el tobogán, pero si pedalear y costaba bastante avanzar en el mar. Pedalee mucho y noté agujetas dos días después. Yo no estaba allí solo sino que conmigo estuvieron subidos mi padre, Ana, Álvaro, Eduardo y David.

David se tiraba de muchas formas porque disfruta mucho jugando y haciendo deporte. Además es muy competidor.

Otro día fuimos a una playa grande donde van muchos surfistas porque hay muchas olas. No solamente fuimos para que los que quisieran hagan surf sino que fuimos allí a pasar el día.

Praya do Amado
Praya do Amado
Disfrutamos un montón, especialmente David, porque surfeaba, luego daba pases largos con el balón, después echamos un partido y luego de nuevo se fue a surfear, o sea que no paraba. Disfruta mucho con el deporte, sea fuera de la consola o jugando con ella a deportes con nosotros.

En el día de las semifinales de la Eurocopa vimos un buen ambiente en Portugal porque la selección pasó a la final y hasta vimos bailarines de break dance en una plaza.

El día de mi cumple yo no quise nada material sino el deseo de que fuésemos toda la familia al grupo carismático. Las razones son ¿Por qué tiene que ser siempre cosas materiales y no espirituales? También para que conozcan y otras es con esa intención de acercarles más a Dios.

Antes de terminar con el tema en vacaciones en Portugal, quiero decir que siempre en la playa hemos visto a un hombre que vende bollos de crema y va gritando: “¡¡Bolinhaaas!!” Un día compramos y ¡estaban muy buenas!.

El domingo fuimos todos a alabanza y me felicitaron todos. Yo estaba muy contento, tanto que me dio un ataque de risa.