Ayer estuve con mis
compañeros de trabajo en una sidrería. La cena era para celebrar el buen
trabajo que hemos realizado.
Mereció la pena ir a
celebrar con ellos y aprovechar esta oportunidad porque igual no tendré tantas
para ir a un sitio como estos.
Al llegar, todos me
recibieron contentos porque les había echado mucha ilusión mi presencia y
querían compartir conmigo. ¡Muchas gracias a todos por vuestra amabilidad!
Lo primero que comimos para
picotear un poco, fue chorizo y tortilla y me gustó muchísimo pero lo primero
comí un trozo, para esperar al chuletón y lo segundo no pero estoy seguro de
que estaba buena también.
Después vino la ensalada y
muy bien estaba. Mmmm.
Unos instantes más tarde,
¡vino por fin el chuletón! Estaba tan rico que creo que me comí unos tres
trozos y me apañé para quitar lo que no hay que comer porque con el primero, me
enseñaron qué era y luego ya sabía.
A la hora de tomar el
postre, el hermano de Patxi le estuvo haciendo la pelota a la camarera para que
así, él y yo pudiéramos tomar el que queríamos que era, como un bizcocho de chocolate
y un helado de vainilla y estuvo muy rico.
Así fue la cena.